¿Qué es una cooperativa de viviendas y cuáles son sus ventajas?

Ebrosa

Una decisión tan importante como es la adquisición de una vivienda ha de ser sopesada, ha de tomarse tras haber valorado concienzudamente distintas fórmulas y optar por una cooperativa de viviendas es una de ellas. ¿En qué consiste exactamente una cooperativa de viviendas? ¿Cuáles son las ventajas de adquirir una vivienda de esta forma y sus posibles inconvenientes? ¿Qué derechos y obligaciones comporta para el socio cooperativista, adjudicatario de la vivienda y promotor de ella al mismo tiempo?

 

La constitución de una cooperativa obedece a una necesidad común: la de la vivienda. Distintas personas deciden asociarse para, mediante su unión, afrontar esta necesidad común de adquirir una vivienda. Habitualmente, dicha asociación viene impulsada por una gestora de cooperativas (enlazar con otro artículo). Se convierten entonces no solo en socios cooperativistas de la misma sino también en autopromotores, pudiendo participar en todo el proceso de gestión de las viviendas a través de su participación en las Asambleas y seleccionar así las calidades y materiales deseados, además de acceder a ella a un precio de coste, pues no hay afán de lucro ni, por tanto, margen de beneficio que pueda incrementar el precio final. De esta forma, el socio cooperativista es, a su vez, el adjudicatario y usuario de la futura vivienda, ya sea en régimen de alquiler o de propiedad.

 

Para el socio cooperativista, que asume la copromoción de las viviendas y es al mismo tiempo adjudicatario de la misma, esta forma de acceder a la vivienda puede suponer un ahorro económico importante, pues la vivienda se estará adquiriendo a precio de coste, además de que la participación en todo el proceso supone un mayor control no solo del desarrollo de la gestión sino de las calidades y un mayor cuidado del entorno en el que se emplaza la vivienda.

 

 

Aparte de la oportunidad de participar en todo el proceso de desarrollo de la vivienda, haciendo que sus propuestas sean escuchadas y expresando su voz a través del voto sobre distintas cuestiones en las asambleas, la principal ventaja de adquirir una vivienda de este tipo radica en el coste final, sin incrementos por margen de beneficios de ninguna de las partes. Por otro lado, los plazos de desarrollo del proyecto suelen alargarse, desde dos a tres años hasta prolongarse considerablemente, si bien ello posibilita mayor flexibilidad para realizar los pagos.

 

Por el otro lado, esta fórmula también comporta una serie de inconvenientes, como los problemas con el tiempo, si los plazos se prorrogan indefinidamente, y el riesgo de elección de la gestora, que se trate de una gestora seria, solvente y experta, y que no “venda humo”, con plazos irreales de entrega de viviendas, localizaciones imposibles de determinar si el suelo está en las fases iniciales de su desarrollo urbanístico, etc.

 

 

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