La inminente llegada del contador de electricidad inteligente a nuestros hogares

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Los antiguos contadores de la luz ya tienen fecha de caducidad y, con ellos, las lecturas estimadas y el despilfarro extra de energía. El Plan de Sustitución de Equipos de Medida establece como fecha tope el 31 de diciembre de 2018 para el cambio de los contadores tradicionales por los nuevos contadores inteligentes para aquellos que tengan hasta 15kW de potencia contratada. Estos nuevos dispositivos permitirán hacer efectivo el pago del consumo real mes a mes y aprovechar al máximo la tarifa con discriminación horaria, además de la telegestión, pudiendo realizar cualquier comprobación con la compañía eléctrica a distancia, pues esta recibirá los datos en tiempo real.

 

Será la distribuidora, la compañía eléctrica, la que notifique la realización de este cambio, que se irá implantando por zonas, ya que la legislación obliga a las eléctricas y no a los usuarios responsabilizarse de este cambio. Habrá que optar entonces por la compra o el alquiler de uno de estos contadores. Aunque el alquiler hará que el importe sea mayor a largo plazo, conlleva una inversión inicial mucho menor y, además, el coste del mantenimiento y las posibles incidencias derivadas correrán a cargo de la distribuidora. En el caso de decidirse por la compra, el precio medio del contador será de 100€.

 

Este reemplazo viene acompañado de un cambio en la facturación de la luz a partir del 1 abril. Entre las 3 opciones disponibles, contempla el pago  en función del precio horario de la energía si se cuenta con uno de estos contadores inteligentes. Si se tiene un contador normal, se aplicará la media del periodo durante el periodo de consumo (mensual o bimensual), mientras que la tercera opción comprende pagar estrictamente la energía consumida a precio de mercado.

 

En la actualidad, se estima que tan solo un 30% del total de 23 millones de contadores son inteligencias, una cifra que habrá de aumentar progresivamente hasta el 100% en 2018. En cualquier caso, pese a la exactitud de la información que proporcionan, con una lectura en tiempo real que permitirá trazar la curva de consumo del usuario y planificar este gasto en función de los precios de la misma según las distintas tarifas horarias, el consumidor tan solo podrá acceder a los datos que le proporcione la compañía en su factura. Por otro lado, la búsqueda de una mayor eficiencia energética y la concienciación sobre el uso racional y responsable de la energía está en el horizonte de esta medida.

 

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